
El encanto de San Ángel volvió a brillar con fuerza este 19 de abril, cuando El Bazaar Sábado, el icónico espacio de arte y diseño de Plaza San Jacinto en CDMX, se convirtió en el escenario de una jornada que fusionó historia, arte popular y folclore con una vibra profundamente contemporánea.
Enmarcado en la celebración del Sábado de Gloria, la conocida fiesta religiosa, el evento ofreció a sus visitantes una experiencia única: la exhibición de su exclusiva colección privada de Judas, basada en figuras monumentales creadas por el legendario Pedro Linares López, maestro cartonero y artista mexicano, conocido mayormente por ser el “inventor” de lo que hoy conocemos como alebrijes. Los alebrijes son piezas que mezclan diferentes animales en uno solo, aunado a esto, son un símbolo de la teatralidad y la multiculturalidad que define a México, además son la perfecta muestra del legado artesanal que ha inspirado a generaciones de artistas, diseñadores y creadores visuales.

Los Judas muestran el sincretismo religioso, esto mediante características específicas, que como, coloridos, imponentes y profundamente simbólicos, no solo representan a Judas Iscariote, mejor conocido como aquel de los doce apóstoles que traicionó a Jesucristo, sino también una reinterpretación festiva de los rituales coloniales que se transformaron en parte esencial del imaginario mexicano. Originalmente concebidas para ser destruidas, estas figuras fueron resguardadas por el Bazaar como un valioso patrimonio artístico, y exhibidas en exclusiva para conmemorar esta fecha clave del calendario cultural.
La jornada también incluyó una presentación de marimba en vivo con distintas melodías exquisitas, y una inesperada intervención de danzantes tradicionales de Peñón de los Baños. Con trajes vibrantes y máscaras caricaturescas, las parejas ofrecieron una coreografía que evocó las tensiones y mestizajes de la época colonial, mientras celebraban con energía la resistencia y el espíritu de la cultura indígena, abordando así las raíces de nuestro país con mucho respeto, pero sobre todo amor.

El resultado fue una atmósfera alegre y profundamente mexicana, ideal para perderse entre los pasillos del Bazaar, donde cada sábado conviven diseño contemporáneo, gastronomía creativa y arte hecho a mano. Un recordatorio de que las tradiciones también pueden estar a la moda y que la cultura, cuando se vive con estilo, siempre tiene un lugar en la pasarela de la vida.
Recuerda visitar la Plaza San Jacinto #11, en San Ángel, CDMX. De 10 a.m. a 7 p. m. Abierto todos los sábados del año.