Una plática con Patricia López de Couttolenc sobre la situación actual del arte contemporáneo en México y la perspectiva del mismo para el futuro.
Desde niño recuerdo que los colores en los cuadros que colgaban en las paredes de mi casa ó de cualquier museo al que me llevaran a visitar llamaba poderosamente mis sentidos. En la medida en la cual iba creciendo, mi interés por el arte fue aumentando también. En la actualidad, gracias a mi trabajo como diseñador de interiores, he podido adentrarme e interesarme, aún más, por todos los tipos de expresión artística que hay en México y el mundo.
Esta es mi primera colaboración para “México está de moda” y, por esta razón, me decidí a buscar un acercamiento con una persona a la que considero una “insider” en el mundo artístico nacional y cuyos conocimientos nos permitirán una visión realista de la situación actual del arte en nuestro país. El nombre de Patricia López de Couttolenc no es extraño para los principales galeristas, coleccionistas y artistas mexicanos. Su pasión por el arte viene desde niña, gracias a la intensa vida cultural que sus padres le inculcaron en su natal Ciudad de México. Hoy, casada con un empresario poblano, ha dedicado las últimas tres décadas de su trabajo tanto al descubrimiento de talentos emergentes como a actividades filantrópicas que promueven la cultura, el arte y la difusión del nombre de grandes maestros como: Rufino Tamayo, Sebastián, Manuel Felguérez, y Rafael Coronel, sólo por mencionar a algunos.
A Paty, como le dicen sus amigos, la conozco desde hace tiempo. Siempre que tengo la oportunidad de visitarla, nuestras pláticas están llenas de vivencias personales con muchos de los principales exponente de arte de la actualidad. No es extraño escuchar dentro de sus divertidas anécdotas que nombres como: Leonardo Nierman, Jorge Marín, Juan Sebastián Barberá y Carlos Oviedo, entre muchos otros, surgen con completa naturalidad, como quien habla de amigos personales y no de varios de los principales representantes del arte contemporáneo en México.
Para ella, el arte es evolución constante, es un reflejo constante de la situación social, económica y política de un país en una época determinada. Además, el arte es también un adentramiento en los sentimientos más profundos que experimenta el ser humano. En nuestra conversación, se hace hincapié en la importancia que tiene Oaxaca como semillero de talentos. Esta tierra que ha visto nacer nombres como: Sergio Hernández, Fernando Andriacci, Amador Montes y por supuesto, Rufino Tamayo, ha sido de sima importancia para lograr catapultar el arte mexicano a nivel internacional. Hablando precisamente de pintores oaxaqueños, abordamos también el tema de la evolución en la técnica y en el trabajo de los artistas. Es Sergio Hernández quien, en su opinión, ha mostrado la evolución más significativas entre sus primeras obras y las que realiza en la actualidad.
El proceso de evolución es natural en cualquier trabajo creativo. La danza, la arquitectura, la pintura y el cine son claros ejemplos de que el arte ha ido cambiando y se ha hecho claro reflejo de su entorno y lo que pasa en la sociedad. Si comparas un cuadro de Leonardo Nierman de hace 25 años y lo compras con su trabajo actual, el perfeccionamiento de la técnica y el uso del color es evidente. “Un pintor está formado, cuando el espectador puede, con mucha facilidad, reconocer su obra. Ahí es cuando empieza a consagrarse, dejando de ser alguien que pinta muy bien para convertirse en un artista”. Lo mismo sucede con la música, puedes maravillosamente cualquier instrumento; pero no da el brinco definitivo hasta no convertirse en concertista.
El ritmo en que los artistas evolucionan, se hace presente en el público espectador y el mundo que nos rodea. México es considerado como uno de los países con mayor número de artistas emergentes y una potencia mundial en cuanto a la venta de arte se refiere. Para Paty, nuestro país ha fomentado considerablemente la cultura, y esto se ve reflejado en el éxito que tienen muchos artistas y galeristas de la escena nacional.
La evolución del movimiento artístico, no es exclusivo de los artistas. México ha cambiado en las dos últimas décadas. La difusión del arte es mucho más intensa y el interés por el mismo es palpable. Los jóvenes de hoy se apasionan por la cultura. Muestra de esto la podemos observar en las colas interminables afuera de los museos para poder ver la obra de Yayoi Kusama ó Anish Kapoor. En la actualidad, los mexicanos de clase media alta ó clase alta se ven interesados por empezar sus colección desde que pueden pagar sus primeros departamentos. Quizá, al principio, no pueden comprar óleos ó acrílicos, pero sí empiezan a invertir en arte gráfico. Aunque parezca increíble, hay ocasiones en que puedes encontrar una litografía ó un grabado, firmado por un artista reconocido, por menos de lo que puedes gastar para comprar un simple cuadro decorativo en una tienda de Polanco ó las Lomas.
Quizá, la pasión por el arte despierta aquella primera vez en que, al tener la oportunidad de apreciar una obra, nace en una persona el deseo por poseerla. Esa sensación, nunca se olvida y es a partir de ese momento, cuando la relación de una persona con el arte nac e. Para el artista, no sólo es importante el coleccionista que compra su obra, en realidad, su trabajo está dirigido justo para aquellos que no pueden poseerlo, para el ciudadano común y corriente que sólo puede disfrutarlo en un museo ó dentro de una galería. La interacción del público fascina a los artistas. A lo mejor, es aquella pieza que despierta un sentimiento negativo ó positivo en el espectador la que verdaderamente puede ser considerado como “arte”.
Patricia considera que México tiene un futuro muy prometedor para el arte. Atribuye la belleza de nuestro país, los colores en las ciudades y las playas, inclusive al clima; además de la creatividad que caracteriza al mexicano, como fuentes de inspiración y causas de la fortaleza del movimiento artístico mexicano en el mundo. Ambos coincidimos en que lo mejor está por venir y estamos convencidos de que el nombre de nuestro país seguirá siendo referente en uno de los mercados más celosos y exclusivos del mundo.
Leonardo Nierman. “Estruendo Sinfónico”. Técnica: Acrílico / Mazonite. (Fotografía por Alfonso Donnadieu Cano)
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Por Carlos Oviedo