Sin duda, el plasmar la esencia de una persona en una marca es un logro digno de admiración, pero plasmar toda una cultura, desde sus raíces hasta su simbología y dinamismo, es un triunfo no sólo para la moda mexicana, sino para todo México.
Pineda Covalin es el resultado del esfuerzo de Cristina Pineda y de Ricardo Covalin, pero también, del trabajo todos los artesanos indígenas detrás de cada pequeño detalle.
Esta colección lo demuestra, desde la elegancia con la que abrió el desfile y la gama de colores neutros y pasteles, hasta los característicos estampados que buscan contar una historia, nuestra historia.
El desfile que me divirtió mucho fue el de agatha ruiz de la prada, la ambientación fue de una “pool party”, y fue tan buena la ambientación que hasta le tocó desfilar a un perrito. Agatha se caracteriza por diseñar colecciones que ella misma describe como “ropa feliz”, ya que utiliza colores vivos, figuras geométricas simples y conceptos divertidos, como una “pool party”
Aire. Si me piden que escoja una palabra que definió el desfile de Macario Jiménez es: aire. Las caídas, los colores, los detalles, todo esto es parte de la experiencia Macario Jiménez. Macario el un diseñador con una de las trayectorias más largas en México, estudió en una de las mejores escuelas de diseño: el Istituto Marangoni en Milán. La paleta de colores que Macario eligió, junto con la fluidez y el corte de las prendas hicieron de este desfile un homenaje a la figura femenina.
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