En el número 17 de la calle Madero en el Centro Histórico de la Ciudad de México se yergue el majestuoso palacio una vez habitado por Agustín de Iturbide, emperador de México.
Este recinto se convierte en la sede de una exposición que llama la atención tanto de turistas como nacionales; se trata de “El arte de la indumentaria y la moda en México” comprendida entre los años 1940- 2015.
Dentro de esta exhibición se encuentra un sinnúmero de piezas valiosísimas que representan históricamente y hasta nuestros días el devenir de nuestra cultura. Desde los perfectos tejidos indígenas hasta la pedrería de Pedro Loredo. Entre telas señoriales y hechuras emblemáticas se va hilando una crónica de trabajos de los primeros diseñadores mexicanos hasta los conocidos de hoy en día.
La exposición está dividida por décadas, que encierran de la mejor manera lo más representativo con cada diseño y boceto.
El propósito de la exposición es demostrar cómo la indumentaria no sólo habla de moda, sino tradiciones, estilos de vida, rangos sociales, costumbres, etc. Devela un trasfondo verdaderamente interesante sobre las etapas que vivió México como nación, influencia extranjera, por ejemplo en los años 40, que solían replicarse tendencias según el canon europeo. En esta década es cuando entra en polémica la existencia de la moda mexicana.
En la década consecuente es cuando realmente ocurre la consolidación de los diseñadores en el país, entrando a un período llamado “desarrollo estabilizador”. Esto se debe a que la Ciudad de México va tomando forma de un lugar cosmopolita, por lo que surge la necesidad del guardarropas para diferentes y múltiples ocasiones.
La influencia del cine nacional, en la década de los 50s es un parte aguas; íconos como María Félix empezaban a establecer tendencias. Las tiendas departamentales empiezan a cobrar auge.
Los 60s por su parte, trajeron consigo nuevos bríos y contrastes. Las olimpiadas influyeron y promovieron la aparición de nuevos consumidores lo que impulsó las propuestas del diseño nacional.
Le sigue, en los 70s un arraigo a las raíces y la economía cerrada a lo nuestro, tanto en la moda como en la forma de vivir abriéndole las puertas a nuevos diseñadores e impulsando sus sueños de vestir a las más altas esferas sociales.
La década de los 80s comienza con un ajuste en la economía; viene la crisis, lo que provoca merma en todos los sentidos, incluyendo este campo. Negocios y tiendas se vieron en la necesidad de cerrar, sin embargo es también en los 80s que nace la revista Vogue México, lo que significó la propulsión para el medio del fashion. Con el nacimiento de este medio, se dio pie a la creación de otros similares como Vanidades y Cosmopolitan que se mantenían al tanto de lo que ocurría en el mundo de la moda, fotografía y arte.
Los 90s traen consigo un decaimiento para los diseñadores mexicanos ya que se lleva a cabo el tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. Muchos diseñadores nacionales no sobrevivieron esta etapa.
Ahora bien, con la llegada del nuevo siglo, llega también la revolución mediática. El internet cobra fuerza y la propagación de información es mucho más sencilla y se encuentra a la mano de cualquiera. El método de comunicación cambia, sube varios escalones en la escala tecnológica y se crean múltiples plataformas, se abren nuevos campos. Los diseñadores empiezan a soñar en grande, ya no sólo como confeccionistas sino como empresarios. Se empieza a llegar al éxito de manera más veloz, pero así de efímero puede ser, pues la facilidad de las redes sociales y la influencia que tienen en la sociedad muestran un mundo en constante cambio, siempre buscando novedad.
Es así como en los pasillos de esta hermosa residencia se despliega una cantidad de colores, texturas, formas, que encierran el México en la vestimenta.
Se trata de la primera exposición de esta índole, pionera en desenvolver una cara nueva de la historia, disponible para todo quien quiera visitar de lunes a domingo a partir de las 10 de la mañana. -Alejandra Muñoz para México está de Moda
México es también moda. México está de moda.